La Iglesia de San Ignacio de Loyola, es la segunda iglesia
jesuita de Roma y es un maravilloso edificio barroco situado en la plaza
homónima. Dedicada a San Ignacio, fundador de los Jesuitas y la Compañía de
Jesús fue construida en 1626 por el jesuita Orazio Grassi por voluntad del
Cardenal Ludovico Ludovisi. El artista que concibió y dirigió la
decoración de la iglesia era un especialista en pintar las
ilusiones ópticas y marcó en el suelo los puntos más correctos para admirar sus
obras. Se trata del fraile jesuita Andrea Pozzo, autor de los famosos frescos
realizados con la técnica del trampantojo o trompe-l'oeil. El primer punto,
marcado con un disco dorado, ofrece la mejor vista de la bóveda, donde Pozzo
construyó otro templo superpuesto al real, con columnas que se elevan en el
vacío.
En el centro podemos admirar San Ignacio asciende al cielo ante los ojos de Cristo crucificado y cuatro figuras que simbolizan los cuatro continentes conocidos en esa época. Las pinturas representan la epopeya de los Jesuitas en la conquista de los cuatro continentes. Un poco más allá, encontramos otro punto marcado en el suelo: a partir de ahí hay que dirigir la mirada arriba, hacia la cúpula y la veremos descollar en el techo, hacia el altar. De hecho, tras haber dado algunos pasos nos damos cuenta que la cúpula no es real, sino una ficción pictórica realizada con gran maestría.Se cuenta que fueron los propios habitantes del barrio quienes pidieron que no se construyera una cúpula que se les habría quitado el sol. Pero, Andrea Pozzo, no satisfecho, añade cuatro falsas columnas rectas en la superficie curva del ábside. Entre juegos y virtuosismos pictóricos, la Iglesia de San Ignacio se presenta como uno de los ejemplos más representativos del espíritu del Barroco, el movimiento artístico que pretende impresionar a los observadores con recursos agudos. Por tanto, no es casualidad que el cardenal Ludovico Ludovisi se dirigiera justamente a Pozzo para decorar la iglesia diseñada por Orazio Grassi con el objeto de acoger los estudiantes, cada vez más numerosos, en el Colegio Romano. De hecho, al lado de la Iglesia se hallan la Capilla primaria y las habitaciones de San Luis Gonzaga, cuartos utilizados para el alojamiento de los estudiantes jesuitas. San Luis permaneció aquí entre 1586 y el año anterior a su muerte. A él, hacen clara referencia una capilla, una sacristía con un crucifijo y una amplia zona de recreo para todos los estudiantes jesuitas.
En el centro podemos admirar San Ignacio asciende al cielo ante los ojos de Cristo crucificado y cuatro figuras que simbolizan los cuatro continentes conocidos en esa época. Las pinturas representan la epopeya de los Jesuitas en la conquista de los cuatro continentes. Un poco más allá, encontramos otro punto marcado en el suelo: a partir de ahí hay que dirigir la mirada arriba, hacia la cúpula y la veremos descollar en el techo, hacia el altar. De hecho, tras haber dado algunos pasos nos damos cuenta que la cúpula no es real, sino una ficción pictórica realizada con gran maestría.Se cuenta que fueron los propios habitantes del barrio quienes pidieron que no se construyera una cúpula que se les habría quitado el sol. Pero, Andrea Pozzo, no satisfecho, añade cuatro falsas columnas rectas en la superficie curva del ábside. Entre juegos y virtuosismos pictóricos, la Iglesia de San Ignacio se presenta como uno de los ejemplos más representativos del espíritu del Barroco, el movimiento artístico que pretende impresionar a los observadores con recursos agudos. Por tanto, no es casualidad que el cardenal Ludovico Ludovisi se dirigiera justamente a Pozzo para decorar la iglesia diseñada por Orazio Grassi con el objeto de acoger los estudiantes, cada vez más numerosos, en el Colegio Romano. De hecho, al lado de la Iglesia se hallan la Capilla primaria y las habitaciones de San Luis Gonzaga, cuartos utilizados para el alojamiento de los estudiantes jesuitas. San Luis permaneció aquí entre 1586 y el año anterior a su muerte. A él, hacen clara referencia una capilla, una sacristía con un crucifijo y una amplia zona de recreo para todos los estudiantes jesuitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario