Powered By Blogger

viernes, 5 de junio de 2015

RASGOS FÍSICOS DE (FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS - LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE)



FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (1580-1645)

Un biógrafo de su tiempo lo describía así: “Era de mediana estatura, pelo negro y encrespado, corto de vista, de modo que siempre usaba anteojos (los quevedos); nariz y miembros proporcionados de medio cuerpo arriba; pero cojo y lisiado de entrambos pies, que los tenía torcidos hacia dentro”.
Su enemigo Luis de Góngora lo llamaba “pies de cuerno”. Compensó estos defectos físicos con el arrojo de su carácter impulsivo y violento: mano pronta, lengua larga y buen espadachín. Tras este comportamiento se esconde un hombre sensible y más bien tímido que tenía que burlarse de sí mismo para soportarse.


LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE  (1561-1627)
Su retrato físico nos lo da un escritor contem­poráneo: “Fue don Luis de Góngora de buen cuerpo, alto y robusto, blanco y rojo, pelo negro... Ojos grandes, negros, vivísimos, corva la nariz...” Este último dato ha inducido a algunos a creer que era de ascendencia judía. Quevedo repetidas veces alude a ello, más o menos veladamente; y en nuestros días no ha faltado quien exhumara este argumento para reforzar la tesis del fondo semítico en el barroco.

El retrato que de él se conserva nos revela un hombre de frente alargada, nariz aguileña, boca grande, sumida y pronta a la mordaci­dad y a la maledicencia. Aunque sus rasgos fa­ciales no lo acusaran, sabemos, por testimonio de sus contemporáneos y, mejor aún, por sus mis­mos versos, que fue hombre de carácter agrio, zumbón, amigo de ridiculizar las flaquezas ajenas, dotado de una vis cómica no vulgar y de una propensión innata hacia la sátira.

No hay comentarios:

Publicar un comentario